En un país donde la seguridad se ha convertido en un tema de primera magnitud, el debate sobre el desempeño de los distintos gobiernos en esta área es tan intenso como crucial. Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien ha sido un crítico feroz de sus predecesores, en especial del ex presidente Felipe Calderón, se enfrenta ahora a una dura realidad: los números no mienten y, bajo su mandato, la seguridad parece haber tocado nuevos récords negativos.
El informe “MX: La Guerra en Números” de T-ResearchMX presenta una imagen inquietante sobre la situación actual de la violencia en México. De acuerdo con el Registro de homicidios dolosos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), en lo que va del sexenio de AMLO, se han registrado nada menos que 193 mil 410 homicidios dolosos. La magnitud de esta cifra no solo es alarmante por su tamaño, sino también por su tendencia ascendente.
Desde el 1 de diciembre de 2018, fecha en la que comenzó la administración de López Obrador, la ola de violencia no ha mostrado signos claros de declive. Según T-ResearchMX, el mes más violento durante este periodo fue octubre de 2020, con un escalofriante récord de 3 mil 347 homicidios. En contraste, el mes menos violento fue junio de 2024, con 2 mil 365 casos. Aunque la SSPC reporta una ligera disminución en el número de asesinatos en años recientes —0.4% en 2024, 4.1% en 2021, 7.1% en 2022 y 4.18% en 2023—, estas cifras no parecen ser suficientes para cambiar la narrativa general de deterioro.
Cuando comparamos estos números con las administraciones pasadas, el resultado es aún más revelador. Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, se registraron 130 mil 626 homicidios dolosos, una cifra ya alarmante pero inferior a la actual. Más sorprendente aún es el hecho de que durante el gobierno de Felipe Calderón se documentaron 102 mil 812 asesinatos, una cifra que, aunque alta, palidece frente a los números actuales. En la administración de Vicente Fox, la cifra fue de 53 mil 275, mostrando una tendencia mucho más baja en comparación con los gobiernos posteriores.
El pilar del discurso de AMLO
AMLO ha hecho de la crítica a Calderón un pilar de su discurso político, argumentando que la estrategia de guerra contra el narcotráfico de Calderón exacerbó la violencia en el país. Sin embargo, los datos actuales sugieren que el mandato de López Obrador ha visto un incremento notable en los homicidios dolosos, lo que plantea serias preguntas sobre la efectividad de su propia estrategia de seguridad.
La administración de AMLO, que prometió un enfoque diferente y más pacífico, parece estar enredada en las mismas dificultades que criticó en sus predecesores. La percepción pública se enfrenta a una encrucijada: ¿realmente ha cambiado algo en la lucha contra el crimen organizado, o estamos viendo simplemente un cambio de actores en un escenario de violencia persistente?
La situación actual obliga a una reflexión profunda sobre las políticas de seguridad implementadas y la eficacia de las mismas. Los números no solo cuentan la historia de un país en crisis, sino también la del gobierno que, a pesar de sus críticas pasadas, ahora se enfrenta a un desafío monumental. Con una administración que, en lugar de apaciguar la violencia, ha visto un aumento en los homicidios, el debate sobre la seguridad en México se vuelve más urgente que nunca.
En resumen, la administración de AMLO, al igual que sus predecesores, enfrenta una realidad que desafía las promesas de cambio y mejora. Con una cifra récord de homicidios dolosos bajo su mandato, el presidente no solo se encuentra en el ojo del huracán de la crítica pública, sino también en la incómoda posición de defender su legado frente a una de las peores crisis de seguridad que ha enfrentado México en su historia reciente.
Foto: Internet